Síntesis del texto de: Nicholas C. Burbules
Thomas A. Callister (h)
La idea del texto es demostrar como el uso de la tecnología está inserta en nuestra sociedad. Desde que aparecieron la políticas neoliberales y la famosa globalización todas las personas han querido tener acceso a muchas cosas pero cuando surgió el auge de la informática y todo lo que implico su evolución no todos quisieron participar de este descubrimiento tecnológico pero cuando surgió el Internet y todas sus facilidades las personas se dieron cuenta de su importancia.
Sin embargo hasta donde podemos decir como docentes, ¿Qué el uso de Internet es positivo para nuestros alumnos?. La verdad para los estudiantes (dentro y fuera de las escuelas), el hecho de tener acceso a una enorme biblioteca de fuentes de información, estadísticas, citas, gráficos, archivos de sonido, vídeos y otros datos constituye un recurso educativo muy valioso. Pero la metáfora de la información es sumamente inapropiada, por varias razones.
En primer lugar, el concepto de “información” sugiere un presupuesto. Como sucede con palabras como “hecho” o “dato”, “información” parece indicar algo que se da por sentado. Más allá de que luego pueda ser interpretado, sopesado., unido a otras piezas de información para obtener determinadas conclusiones, etc., es “elemental” o “primario”. Este supuesto no sólo desdibuja el hecho decisivo de que gran parte de lo que se propone como “información” es parcial, sesgado o simplemente falso (de modo tal que las fuentes de información, como veremos luego en detalle, deben ser permanentemente cuestionadas, en especial en los medios electrónicos pero no sólo en ellos), sino que hay algo aún más profundo: la información nunca es “elemental” o “primaria”. Los investigadores suelen emplear la frase coloquial “datos cocinados” para referirse a aquellos que han sido “fabricados” o alterados a fin de adaptarlos a conclusiones preexistentes;3 pero en rigor la información siempre es “cocinada”: siempre se la selecciona, filtra, interpreta y extrae de un conjunto de premisas de fondo, implícitas (alguna vez explícitas) en la “información” misma. Esto no significa que toda información sea falsa o inútil; significa que en modo alguno es algo “dado” – un dato –, ni siquiera con referencia al “hecho” más obvio y aceptado.4 Hasta no hace mucho, se enseñaba a los alumnos, como rutina.
En segundo lugar, las nuevas tecnologías que aquí más nos interesan (los ordenadores, las páginas de la Web, la Internet) no pueden comprenderse simplemente como tecnologías de la información: son además tecnologías de la comunicación. Algunos modelos de la comunicación caracterizan a esta última como un mero intercambio de información, pero esto es muy superficial.
En tercer lugar, y esto es aún más fundamental, las nuevas tecnologías no sólo constituyen un conjunto de herramientas, sino un entorno – un espacio, un ciberespacio – en el cual se producen las interacciones humanas. Cada vez más, la Internet es un contexto en el cual se dan interacciones que combinan y entrecruzan las actividades de indagación, comunicación, construcción y expresión. De ahí que la palabra “medio” sea insuficiente si con ella se designa un mero canal o trayecto a través del cual se transmite algo (como la información). Un espacio es un entorno en el cual suceden cosas, donde la gente actúa., e interactúa. Esto nos sugiere que una manera más fructífera de concebir el papel de las tecnologías en la educación es considerarlas, no un depósito ni un canal (ni un “sistema de transmisión”, como a algunos les gusta decir), mediante el cual los docentes “proveen” de información y los alumnos “obtienen acceso” a ella, sino más bien como un territorio potencial de colaboración, un lugar en el que
pueden desarrollarse actividades de enseñanza y aprendizaje.
Una mirada “postecnocrática” a la tecnología
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la educación brindan una mezcla de posibilidades transformadoras con otras muy inquietantes; no se trata de “costes y beneficios” que puedan. sopesarse unos en referencia a otros, sino de dimensiones inseparables del tipo de cambios que estas tecnologías representan.
La finalidad primordial es analizar qué significa pensar sobre las nuevas tecnologías
en la educación, eludiendo su mera selección y posibles “usos”. Los efectos y relaciones globales de las tecnologías no pueden entenderse simplemente en función de nuestras intenciones en materia de medios y fines.
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